Salones pequeños y confortables.

Que tu salón sea pequeño no quiere decir que tengas que simplificar en exceso o renunciar a muebles como la mesa de centro o una librería. Eso sí, hay que buscar piezas que se adapten a esos pocos metros y ocupen lo mínimo. Por ejemplo, en lugar de colocar una contundente mesa de centro, elige una o varias ligeras, que puedas incluso mover fácilmente si es necesario, o una pieza bajita que aumente la sensación de altura y, por lo tanto, de espaciosidad.

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Los muebles a medida o de obra son unos de los favoritos, y es que además de aprovechar al milímetro el espacio disponible, dan un aire de "comodidad" único a cualquier espacio. Aunque son más costosos que otros muebles, vale mucho la pena invertir en ellos si el salón es muy pequeño y necesitas espacio de almacenaje.