LA FORTUNA DE SENTIRSE CÓMODA EN CASA

Sentir la comodidad en casa es lo más parecido a dormir una siesta en invierno. Es algo a lo que no solo no debes renunciar, sino a lo primero que hay que aspirar.

A la hora de decorar, sentirte cómoda en casa es una de las cosas que te animo a poner en tu filtro de decisiones. Es esencial para disfrutar tus espacios, para que tu hogar se honre a sí mismo. Y no comodidad a toda costa. No. Sino esa que va de la mano con la belleza, la calidez y, siempre que sea posible, porque a veces, se piensa que si algo es bonito no es cómodo y al revés.

“ Un recibidor amable, repleto de buenas vibraciones, que te acoja y te haga sentir en casa. Así debe ser este espacio que te protege del mundo exterior.”

Un bonito banco en la entrada, cerca, o donde te vistes y calzas es un elemento que enriquece tu decoración y mejora tu experiencia de vida. No tiene que ser muy grande, vale con que funcione bien y tenga personalidad. Si puedes hacerte con uno tan bonito como este, genial. Si no, siempre puedes pintar el que tengas a tu gusto o añadirle unos bonitos cojines.

Un punto de luz y una alfombra suave son complementos que elevan un espacio. Porque lo embellecen y porque lo hacen práctico.

Sentirse cómoda en casa también es tener a mano lo que necesitas en todo momento. Y para que esto no resulte en espacios recargados, sin estilo ni gracia, puedes optar por complementos tan útiles como bonitos. Que además de cumplir una función, decoren tus rincones.

Las piezas funcionales, si tienen personalidad, te regalarán un plus de estilo.

Para tener una decoración personal y bonita no es obligatorio llenar la casa de objetos atractivos, pero sin funcionalidad. Basta con que lo que tengas sea de buena calidad, sencillo y con un toque personal.